El yen japonés se ha depreciado hasta 157.20 frente al dólar estadounidense, lo que ha generado especulaciones sobre una posible intervención del Banco de Japón. Tradicionalmente, un yen más débil se ha asociado con un sentimiento de mayor riesgo, ya que los inversores aprovechan el yen de bajo interés para realizar inversiones con mayores rendimientos. Sin embargo, la significativa relación deuda/PIB de Japón y las recientes medidas de estímulo fiscal están generando preocupaciones sobre la estabilidad a largo plazo del yen en las operaciones de carry trade. Los analistas ahora están considerando al franco suizo como un indicador más confiable del sentimiento de riesgo. Los menores rendimientos del franco y su entorno macroeconómico estable lo convierten en una alternativa atractiva, que podría remodelar las dinámicas tradicionales de las divisas en los mercados globales.