La reciente aprobación de la Ley GENIUS, la primera legislación estadounidense sobre stablecoins, ha generado debate en Wall Street sobre su potencial para aumentar la demanda de dólares y las compras de bonos del Tesoro a corto plazo. Grandes instituciones financieras como JPMorgan, Deutsche Bank y Goldman Sachs expresan escepticismo, sugiriendo que es prematuro considerar esto como un cambio estructural. Los analistas destacan que los fondos de stablecoins provienen principalmente de fondos del mercado monetario, depósitos bancarios, efectivo y dólares offshore. Bajo la Ley GENIUS, se prohíbe que las stablecoins paguen intereses, lo que reduce el incentivo para que los fondos sensibles al rendimiento se trasladen desde cuentas de ahorro y fondos del mercado monetario.