El PMI de servicios de EE. UU. cayó a 50 en septiembre, con el índice de Actividad Empresarial descendiendo a 49.9, lo que indica una desaceleración del sector. Esto, junto con datos laborales débiles y una inflación del IPC subyacente del 2.9%, ha aumentado las expectativas de recortes en las tasas de la Reserva Federal, que podrían comenzar en la reunión del FOMC de octubre. Bitcoin ha respondido a estas señales macroeconómicas alcanzando un máximo de 50 días de $123,841, con analistas que proyectan un posible aumento hasta $150,000. Los factores que contribuyen incluyen una reducción del balance de la Fed, un aumento en la demanda de ETF spot y un interés abierto récord en Bitcoin de $45.3 mil millones. Además, los datos on-chain destacan un número creciente de poseedores a largo plazo, mientras que informes sugieren que el presidente Trump podría introducir cheques de estímulo financiados por aranceles, lo que potencialmente mejoraría la liquidez del mercado.