Los reguladores estadounidenses, incluidos la OCC, la SEC y la Reserva Federal, han emitido nuevas directrices de cumplimiento para la industria cripto, mejorando la claridad en áreas como la custodia de activos, las reservas de stablecoins y la divulgación de información sobre tokens. Estas regulaciones obligan a los bancos a gestionar claves criptográficas, segregar los activos de los clientes y cumplir con las leyes contra el lavado de dinero. Se requiere que las stablecoins mantengan una reserva uno a uno y se sometan a auditorías, mientras que los emisores de tokens deben revelar sus modelos de negocio y los códigos de los contratos inteligentes. Este marco regulatorio tiene como objetivo establecer el cumplimiento y la transparencia como pilares fundamentales para el crecimiento institucional y la confianza dentro del sector cripto. El enfoque está cambiando de la aplicación a la divulgación de información, lo que podría allanar el camino para una expansión más amplia de la industria.