El PIB de Estados Unidos creció un 3,8 % en el segundo trimestre, superando la tasa de crecimiento anticipada del 3,3 %. Este sólido desempeño económico destaca una actividad económica más fuerte de lo esperado durante el período. Además, los pedidos de bienes duraderos básicos aumentaron un 0,4 % en agosto, desafiando las expectativas de una caída del 0,1 %, lo que indica resiliencia en el sector manufacturero.