El Índice de Precios al Productor (IPP) de Estados Unidos ha disminuido a un 2,3%, quedando por debajo de las expectativas del mercado. Esta caída en el IPP indica un ritmo más lento de inflación a nivel mayorista, lo que podría influir en las futuras decisiones de política monetaria. La caída inesperada puede afectar el sentimiento del mercado y las previsiones económicas.