Los tribunales de Estados Unidos están utilizando la Prueba de Howey para determinar si los tokens criptográficos califican como valores, según un informe de Kelman Law. La Prueba de Howey, que incluye cuatro elementos—inversión de dinero, empresa común, expectativa de ganancias y dependencia de los esfuerzos de otros—está siendo adaptada por los tribunales y la SEC para ajustarse a la naturaleza única de los ecosistemas de tokens. La clasificación de un token como valor está influenciada por el contexto de su venta y comercialización más que por su diseño técnico. La SEC sostiene que los activos tokenizados se consideran valores a menos que se modifique la estructura de la transacción. Los tribunales también han dictaminado que los tokens no son inherentemente valores, subrayando la importancia de comprender el marco de Howey para el cumplimiento y la gestión de riesgos en el panorama legal en evolución de la regulación cripto.