El gasto de los consumidores en Estados Unidos aumentó un 0,4 % en agosto, lo que indica una continua resiliencia económica a pesar de que la inflación subyacente se mantuvo estable en un 2,9 %. Este aumento en el gasto sugiere que los consumidores están manteniendo su actividad de compra incluso mientras persisten las presiones inflacionarias. Los datos destacan la fortaleza continua de la demanda de los consumidores en la economía estadounidense.