La inflación en el Reino Unido ha aumentado a un 3,8 %, alcanzando su nivel más alto en 19 meses. Este incremento refleja las presiones económicas continuas y el aumento de los costos en diversos sectores. Los datos más recientes destacan los desafíos que enfrentan los responsables políticos para gestionar las tendencias inflacionarias mientras apoyan el crecimiento económico.