Las redes blockchain que utilizan Entornos de Ejecución Confiables (TEE) o soluciones similares de enclave confiable para la computación confidencial enfrentan nuevas amenazas de seguridad. Dos tipos de ataques, conocidos como Battering RAM y Wiretap, explotan un pequeño componente de hardware llamado interposer. Este dispositivo se coloca entre el chip de silicio de la CPU y los módulos de memoria, lo que le permite observar los datos transmitidos entre ellos. Estos ataques combinan tácticas físicas y de intermediario, representando un riesgo significativo para las redes blockchain. Si un nodo auto-construido se convierte en un nodo crítico dentro de una red blockchain, podría facilitar tales ataques, comprometiendo potencialmente datos confidenciales.