Trump ha reconocido por primera vez que los consumidores estadounidenses podrían asumir parte de los costos asociados con los aranceles, aunque sostiene que, en última instancia, se beneficiarán. Esta declaración sigue al escrutinio de la Corte Suprema de Estados Unidos respecto a su autoridad para imponer aranceles. Trump advirtió que un fallo negativo podría ser catastrófico e indicó que el gobierno está preparado para implementar un 'Plan B' si es necesario. A pesar de admitir que los consumidores podrían pagar una parte de los aranceles, Trump no estuvo de acuerdo con la idea de que los estadounidenses deban asumir estos costos. La decisión de la Corte Suprema podría afectar su capacidad futura para establecer aranceles.