Una encuesta reciente realizada por la Inteligencia Artificial Centrada en el Ser Humano (HAI) de Stanford revela un marcado contraste en las actitudes globales hacia la IA. El informe indica que el 83 % de los encuestados en China perciben la IA como más beneficiosa que perjudicial, mientras que solo el 39 % de los encuestados en EE. UU. comparten esta opinión. Otros países occidentales, como Canadá y los Países Bajos, también muestran niveles de confianza más bajos, aunque ha habido una ligera mejora desde 2022. Vitalik Buterin, cofundador de Ethereum, comentó que esta divergencia refleja patrones similares de confianza pública observados en otras tecnologías emergentes como la edición genética.