Las stablecoins han alcanzado un hito significativo, representando ahora más del 1% de la oferta monetaria M2 de Estados Unidos. Esto marca una trayectoria de crecimiento notable desde prácticamente cero en 2017 hasta convertirse en una clase de activos de 1 billón de dólares en 2025. La rápida expansión subraya la creciente integración de las stablecoins en el sistema financiero más amplio, reflejando su papel cada vez mayor en las transacciones digitales y los servicios financieros.