Las stablecoins representaron el 63 % de la actividad ilícita con criptomonedas en 2024, superando a Bitcoin como la principal herramienta para transacciones criminales, según un informe del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) en junio de 2025. Estos activos digitales son cada vez más utilizados por actores ilícitos, incluidos entidades norcoreanas, traficantes de drogas y financiadores de terrorismo, para el lavado de dinero transfronterizo y estafas. Chainalysis destacó la preferencia por las stablecoins debido a su facilidad de movimiento y naturaleza seudónima, que a menudo se transaccionan a través de intercambios no regulados o mercados OTC. En Corea, las stablecoins se han vinculado a estafas como "Oda Jangjip", que involucra listados falsos de comercio electrónico para defraudar a compradores. La UNODC también informó sobre el uso de Tether (USDT) en la cadena de bloques TRON por criminales del sudeste asiático para fraudes en línea. Chainalysis recomendó a los usuarios verificar los contratos de tokens, usar billeteras de hardware y habilitar la autenticación multifactor para mitigar riesgos. Para las instituciones, se aconseja la monitorización continua de transacciones y el cumplimiento de las normas AML. La capitalización de mercado de las stablecoins ha superado los 313 mil millones de dólares, con proyecciones de alcanzar los 2 billones en tres años, según el secretario del Tesoro de EE. UU., Scott Bessent.