La plata ha superado al Bitcoin en valor de mercado, alcanzando un máximo de 45 años, mientras los inversores se desplazan de los activos digitales a las materias primas tradicionales. Este desarrollo marca un cambio significativo en la asignación de capital, planteando dudas sobre el futuro de Bitcoin como "oro digital". La proporción Bitcoin-plata ha estado en declive desde 2021, lo que sugiere un posible mercado bajista para las criptomonedas. El reciente colapso criptográfico del "Viernes Negro" ha exacerbado esta tendencia, con algunos inversores reportando pérdidas sustanciales, incluyendo un operador que perdió el 80% de su cartera. Este movimiento hacia activos tangibles está impulsado por la incertidumbre económica y el aumento de las tasas de interés, reflejando un sentimiento de mercado más amplio.