A medida que la deuda pública continúa aumentando, los gobiernos enfrentan desafíos para mantener una baja inflación, lo que lleva a los inversores a cuestionar la fiabilidad de las monedas fiduciarias como reservas de valor estables. Este entorno está impulsando una mayor demanda macro de activos criptográficos, ya que se perciben como opciones de inversión alternativas. Sin embargo, si los responsables políticos implementan medidas para fortalecer la confianza a largo plazo en las monedas fiduciarias, la demanda de criptomonedas podría disminuir potencialmente.