La Pi Coin de Pi Network ha sido asignada con un código Identificador de Token Digital (DTI), un paso significativo hacia su integración con los principales intercambios y sistemas bancarios. Este desarrollo, parte del lanzamiento de la mainnet en febrero de 2025, marca la transición de Pi de un experimento de minería móvil a un ecosistema funcional de blockchain. Con más de 21 millones de usuarios verificados, Pi aspira a ser una criptomoneda eficiente en energía con aplicaciones en el mundo real. El código DTI facilita la inclusión de Pi en los intercambios y su procesamiento por parte de instituciones financieras, mejorando su liquidez y accesibilidad. La fase abierta de la mainnet ya ha atraído a desarrolladores de aplicaciones y comerciantes, promoviendo microtransacciones y servicios impulsados por la comunidad. El diseño móvil primero de Pi permite la minería a través de smartphones sin hardware que consuma mucha energía, utilizando un mecanismo de consenso similar al SCP de Stellar. Con un límite de tokens de 100 mil millones, la emisión controlada y la transparencia de Pi han generado confianza entre los inversores, potencialmente atrayendo interés institucional y claridad regulatoria.