Nvidia ha proyectado una cartera de ingresos de 500 mil millones de dólares para sus chips de IA hasta 2026, impulsada por una fuerte demanda de sus aceleradores Blackwell y Rubin. La empresa reporta pedidos significativos de hiperescalares en la nube, programas soberanos de IA y centros de datos empresariales, a pesar de enfrentar desafíos en China debido a controles de exportación y una demanda fluctuante. Además, Nvidia anticipa que el gasto global en infraestructura de IA podría dispararse a entre 3 y 4 billones de dólares anuales para finales de la década, lo que subraya el rápido crecimiento y la inversión en tecnologías de IA en todo el mundo.