Nvidia está experimentando una posible presión en sus márgenes debido a que grandes empresas tecnológicas como Google, Amazon, Meta y OpenAI desarrollan sus propios chips de IA, con el objetivo de reducir la dependencia de las GPUs de Nvidia. Estos chips personalizados están diseñados para ser más rentables y estar mejor integrados con el software interno, lo que podría desviar una parte significativa de la demanda de computación de IA lejos de Nvidia. Los analistas predicen que para 2028, estas compañías podrían controlar el 45% del mercado de chips de IA, frente al 37% en 2024. A pesar de esta amenaza competitiva, Nvidia sigue centrada en su infraestructura integral de IA, que incluye hardware, software y herramientas de orquestación, para mantener su posición en el mercado.