La disputa en curso sobre Nexperia, una empresa de semiconductores, entre los Países Bajos y China representa un riesgo significativo para la producción de automóviles en Europa. La decisión del gobierno holandés de incautar Nexperia a su propietario chino, Wingtech, ha provocado restricciones a las exportaciones chinas, aumentando las preocupaciones sobre las cadenas de suministro de semiconductores. Los principales fabricantes de automóviles europeos, incluidos Volkswagen, BMW y Stellantis, están evaluando planes de contingencia, ya que los componentes de Nexperia son vitales para los sensores de vehículos, los sistemas de frenos y la gestión de baterías. Grupos industriales como ACEA y proveedores como Bosch han advertido que las continuas interrupciones en el suministro podrían provocar paradas en las plantas, afectando la producción en todo el continente.