Nueva Zelanda ha implementado una prohibición a nivel nacional de los cajeros automáticos de criptomonedas como parte de sus esfuerzos para combatir el lavado de dinero y el tráfico de drogas. La decisión tiene como objetivo cerrar las lagunas legales que han sido explotadas para actividades financieras ilícitas. Las autoridades creen que eliminar estos cajeros automáticos ayudará a frenar el uso de criptomonedas en transacciones ilegales, mejorando las medidas de seguridad financiera del país.