Los gigantes tecnológicos surcoreanos Naver y Kakao están preparados para ingresar al mercado de stablecoins, aprovechando sus extensas plataformas digitales para impulsar la adopción. Naver, tras la adquisición de Upbit, planea integrar su stablecoin con su plataforma de pagos electrónicos, red blockchain y servicios de metaverso. Mientras tanto, Kakao se está enfocando en los fans del K-pop y explorando asociaciones para lanzar su propia stablecoin. A pesar de estas ambiciones, ambas compañías enfrentan importantes desafíos regulatorios. El banco central ha expresado su oposición a las iniciativas de stablecoins, y las leyes vigentes impiden que los intercambios comercien con monedas emitidas por entidades afiliadas. Sin embargo, el gobierno está trabajando en un proyecto de ley sobre stablecoins para abordar estos obstáculos regulatorios.