Grandes empresas mineras como IREN, Core Scientific y Hut 8 están en proceso de transición hacia centros de datos de inteligencia artificial, aprovechando su infraestructura eléctrica existente para satisfacer la creciente demanda de potencia informática para IA. Este cambio estratégico ha resultado en aumentos significativos en los precios de sus acciones en 2024 y 2025. Este movimiento está impulsado principalmente por la reducción a la mitad de Bitcoin en 2024, el aumento de la dificultad minera y los precios estancados de Bitcoin, factores que han afectado la rentabilidad de los mineros. El crecimiento explosivo de la IA ha generado una demanda sustancial de energía, con un consumo eléctrico global de centros de datos que se proyecta se duplicará para 2030. Las empresas mineras, con acceso a energía confiable y de bajo costo, están bien posicionadas para beneficiarse. Por ejemplo, IREN ha asegurado una capacidad eléctrica de 2.9 GW y ha firmado un contrato de 97 mil millones de dólares con Microsoft. Core Scientific y Hut 8 también han ampliado su infraestructura de IA, y Hut 8 ha formado una empresa conjunta con la familia Trump. La continuidad de esta tendencia depende de asegurar grandes contratos, inversiones de capital por parte de empresas de IA y mantener bajos costos de energía.