En el último año, varias de las instituciones financieras más grandes del mundo han mostrado un interés creciente en las criptomonedas. Este cambio marca una transformación significativa en el panorama financiero, ya que los bancos tradicionales y las firmas de inversión comienzan a explorar los activos digitales con mayor seriedad. La tendencia está impulsada por una creciente demanda de los clientes y el potencial de altos rendimientos, lo que lleva a estas instituciones a integrar las criptomonedas en sus ofertas y estrategias.