Un consorcio de bancos globales líderes, incluyendo Bank of America, Goldman Sachs, Citi y otros, está explorando el desarrollo de una moneda digital estable respaldada por reservas. Esta iniciativa tiene como objetivo crear un activo de pago regulado, basado en blockchain, vinculado a las principales monedas del G7. Los bancos están en conversaciones para asegurar que el proyecto cumpla con los estándares de cumplimiento y transparencia ante los reguladores. Este movimiento podría impactar significativamente la competencia entre stablecoins y fomentar la adopción institucional.