El economista Robin Brooks ha destacado la inminente crisis de deuda de Japón, con la relación deuda/PIB del país disparándose a aproximadamente el 240%. Esta situación se agrava por la inflación y el aumento de los rendimientos de los bonos, que han alcanzado sus niveles más altos desde 2008. Brooks sugiere que el dilema fiscal de Japón — equilibrar las bajas tasas de interés con la depreciación del yen y la inflación — podría llevar a los inversores hacia las criptomonedas y las stablecoins como instrumentos financieros alternativos. El yen se ha depreciado un 41% desde 2021, intensificando las presiones inflacionarias, mientras que el rendimiento de los bonos gubernamentales a 10 años de Japón ha subido al 1,60%. Brooks señala que una posible recesión en EE.UU. podría aliviar temporalmente la presión fiscal de Japón al reducir los rendimientos globales de los bonos. Sin embargo, enfatiza que se necesitan soluciones a largo plazo, como recortes en el gasto o aumentos de impuestos, aunque la aceptación pública de estas medidas sigue siendo incierta. Mientras tanto, la startup japonesa JPYC planea emitir su primera stablecoin vinculada al yen este año, reflejando un creciente interés en las monedas digitales.