Jack Mallers, fundador de Strike, considera la volatilidad del precio de Bitcoin como una oportunidad en lugar de un obstáculo. Sugiere que las caídas de precio deben verse como oportunidades para mejorar el control financiero, enfatizando que el verdadero valor de Bitcoin radica en su potencial para promover la libertad monetaria y la descentralización. Mallers minimiza la importancia de las fluctuaciones del precio de Bitcoin, describiéndolas como "simple ruido" en el contexto más amplio de su papel en la transformación de los sistemas financieros.