Los inversores están moviendo cada vez más capital hacia activos escasos como Bitcoin, oro y bienes raíces debido a preocupaciones sobre la devaluación del dólar estadounidense. Los bancos centrales, incluido la Reserva Federal, están insinuando posibles recortes en las tasas de interés a pesar de la inflación persistente, mientras que el gasto deficitario del gobierno continúa aumentando. Este entorno ha provocado una disminución en el poder adquisitivo de las principales monedas fiduciarias, incluyendo el dólar, el euro y el yen, lo que ha llevado a un enfoque en el "comercio de la devaluación". El mercado de criptomonedas, donde las stablecoins suelen estar vinculadas al dólar estadounidense, enfrenta riesgos potenciales a medida que el dólar se debilita. Esta situación podría impulsar un cambio hacia activos estables no denominados en dólares, como stablecoins respaldadas por oro o descentralizadas, ya que los inversores buscan proteger su riqueza de la devaluación monetaria.