Los inversores institucionales participan cada vez más en el staking de Ethereum, no solo comprando ETH sino también apoyando activamente la infraestructura de la red. Esta tendencia destaca un creciente interés institucional en el ecosistema de Ethereum, lo que podría mejorar la seguridad y estabilidad de la red. Sin embargo, la magnitud de la participación institucional plantea interrogantes sobre el impacto en la descentralización de Ethereum, ya que un control institucional significativo podría influir en la gobernanza y la dinámica de la red.