El oro ha alcanzado un nuevo máximo histórico de 4.100 dólares por onza, impulsado por las crecientes preocupaciones sobre la inflación, la inestabilidad monetaria y las tensiones geopolíticas. Este aumento refleja la creciente preferencia de los inversores por el oro como un activo refugio frente a los mercados bursátiles volátiles y las políticas inciertas de los bancos centrales. El precio récord del oro también podría tener implicaciones para Bitcoin y otros activos con límite máximo como Ethereum, que comparten narrativas similares de escasez. Además, el aumento en los precios del oro podría incrementar el interés en productos de oro tokenizado y stablecoins respaldados por activos tangibles.