Por primera vez desde mediados de la década de 1990, los bancos centrales extranjeros ahora poseen más oro que bonos del Tesoro de EE. UU., lo que marca un cambio significativo en las estrategias financieras globales. Según datos de Barchart, los bancos centrales han estado en una racha récord de compras de oro, adquiriendo un neto de 19 toneladas solo en agosto de 2025. Se espera que esta tendencia continúe, con proyecciones que indican que las compras globales de oro podrían alcanzar las 900 toneladas este año, marcando el cuarto año consecutivo con niveles tan altos de adquisición. El Consejo Mundial del Oro informa que los bancos centrales han sido compradores netos de oro durante 16 años, revirtiendo una tendencia previa de ventas netas. Este cambio se atribuye a una pérdida de confianza en los bonos del Tesoro de EE. UU. en medio de incertidumbres políticas y económicas. Los analistas sugieren que el oro es cada vez más visto como una "garantía pura" y un activo refugio, ya que las monedas tradicionales pierden valor frente a él. Mientras tanto, el mercado de criptomonedas también está ganando atención, con Bitcoin mostrando resiliencia y potencial como una clase de activo alternativa.