El oro y el Bitcoin han experimentado movimientos al alza esta semana, lo que sugiere un posible ajuste estructural en el panorama financiero global. Esta tendencia se atribuye a factores macroeconómicos como la expansión fiscal y la devaluación de la moneda, que están impulsando a los inversores hacia activos refugio. El aumento simultáneo de estos dos activos destaca su papel como coberturas contra la incertidumbre económica.