Los mercados financieros globales en 2025 han mostrado resiliencia a pesar de la incertidumbre económica continua. Los temores iniciales de una recesión profunda se han mitigado gracias a un crecimiento moderado en las principales economías, apoyado por mercados laborales estables y el gasto de los consumidores. El sentimiento de los inversores se ha desplazado hacia un optimismo cauteloso, lo que ha influido en movimientos positivos en los mercados de acciones y bonos. La inflación sigue siendo una preocupación significativa, pero los bancos centrales han comenzado a estabilizar las tasas de interés, contribuyendo a la estabilidad del mercado. Los inversores están adoptando cada vez más estrategias de diversificación y defensivas para mitigar riesgos. Las ganancias corporativas también han demostrado resiliencia, apoyando aún más la estabilidad del mercado.