GAIB está cambiando su enfoque de los activos tradicionales RWA, como los bonos del Tesoro de EE. UU., hacia activos no estándar de IA, como GPUs y hardware robótico. Estos activos son componentes cruciales de la infraestructura de IA, ofreciendo características únicas. Sin embargo, el desarrollo de la infraestructura computacional de IA enfrenta importantes desafíos de financiamiento. Las instituciones financieras tradicionales tienen dificultades para comprender y evaluar estos activos emergentes, lo que conduce a una financiación insuficiente. Actualmente, solo unas pocas empresas líderes aseguran apoyo crediticio privado, dejando a muchos proveedores computacionales pequeños y medianos fuera del sistema financiero tradicional.