Francia y Alemania están abogando por un retraso de un año en la implementación de la Ley de IA de la UE, centrándose en los sistemas de IA de alto riesgo. Esta propuesta, presentada en una cumbre sobre soberanía digital en Berlín, tiene como objetivo permitir más tiempo para la innovación y abordar las incertidumbres regulatorias. Sin embargo, la sugerencia ha recibido críticas por parte de algunos miembros del Parlamento Europeo y ONG, quienes argumentan que podría socavar la fortaleza regulatoria de la UE y beneficiar desproporcionadamente a las grandes empresas tecnológicas. La discusión pone de relieve las preocupaciones continuas sobre la soberanía digital de Europa y su postura competitiva frente a Estados Unidos y China en tecnología de IA.