La política fiscal desempeña un papel crucial en la configuración de las estrategias de inversión en criptomonedas al afectar el ingreso disponible, la liquidez y el comportamiento de los inversores. Las políticas fiscales expansivas, que aumentan la liquidez y la tolerancia al riesgo, tienden a impulsar la demanda de criptomonedas. Por el contrario, las políticas contractivas pueden conducir a una reducción de la inversión en activos digitales. Los paquetes de estímulo suelen desencadenar repuntes a corto plazo en el mercado de criptomonedas, mientras que las políticas fiscales neutrales permiten que los fundamentos del mercado dicten el rendimiento. Los inversores deben adaptar sus estrategias a largo plazo a los cambios fiscales, incluidas las políticas tributarias y el endeudamiento público, para optimizar el rendimiento de la cartera y gestionar el riesgo de manera efectiva.