En 2019, la Red de Control de Delitos Financieros de EE. UU. (FinCEN) aclaró que los proveedores de software de anonimización no se clasificaban como transmisores de dinero. A pesar de esto, las acciones regulatorias contra estos proveedores han persistido, destacando las tensiones continuas en el espacio de las criptomonedas. El escrutinio continuo refleja preocupaciones más amplias sobre la privacidad y el cumplimiento dentro de la industria de activos digitales.