Los expertos afirman que la falta de privacidad en las stablecoins tradicionales como USDT y USDC limita su idoneidad para aplicaciones institucionales y empresariales. La demanda de stablecoins centradas en la privacidad está aumentando, impulsada por la necesidad de confidencialidad en las operaciones comerciales y las limitaciones de las blockchains transparentes. A pesar de los desafíos regulatorios, algunos expertos anticipan que las stablecoins de privacidad se convertirán en un estándar dentro de cinco años, ofreciendo un nivel de flexibilidad que las monedas digitales de bancos centrales (CBDC) no pueden proporcionar.