Ethereum enfrenta importantes desafíos de gobernanza y escalabilidad en 2025, lo que ha generado un debate entre inversores y desarrolladores sobre su viabilidad a largo plazo. Los conflictos internos, disputas de liderazgo y la toma de decisiones opaca han suscitado preocupaciones, especialmente tras la inversión de 165 millones de dólares de la Fundación Ethereum en protocolos DeFi como Lido, que los críticos argumentan podría generar conflictos de interés. El escándalo de EigenLayer, que involucra a investigadores clave que asumieron roles de asesoría en proyectos competidores, ha erosionado aún más la confianza en la neutralidad de la fundación. Los problemas de escalabilidad, destacados por los debates sobre el límite de gas, han impulsado la liquidez hacia alternativas más rápidas y económicas como Solana. El valor total bloqueado (TVL) de DeFi en Ethereum ha disminuido desde más de 50 mil millones de dólares, mientras los usuarios exploran soluciones de Capa 2 y cadenas competidoras. A pesar de estos desafíos, la adopción institucional sigue siendo fuerte, con entradas diarias que alcanzan los 1.01 mil millones de dólares en 2025. Sin embargo, los retrasos en la gobernanza y las incertidumbres regulatorias representan riesgos, que podrían permitir a los competidores erosionar la cuota de mercado de Ethereum. Los analistas predicen un precio objetivo de 7,000 dólares para ETH, citando su papel en DeFi y la innovación en contratos inteligentes, pero enfatizan la necesidad de que Ethereum aborde sus problemas de gobernanza y escalabilidad para mantener su posición en el mercado.