Elon Musk y Sam Altman están a la vanguardia de la tecnología de interfaces cerebro-computadora (BCI), cada uno siguiendo enfoques distintos. Neuralink, de Musk, ha implantado con éxito chips cerebrales en cinco pacientes, incluido Noland Arbaugh, quien demostró la tecnología jugando Mario Kart usando solo sus pensamientos. En contraste, Merge Labs de Altman está desarrollando una solución BCI no invasiva. Paralelamente, investigadores de UCLA han introducido un copiloto de IA para cascos EEG, que permite a un paciente paralizado operar un brazo robótico. A pesar de estos avances, los expertos advierten sobre las implicaciones éticas y de privacidad de que pocas empresas monopolicen el acceso a los datos cognitivos.