El Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (DHS) ha revelado una operación de lavado de dinero a gran escala llevada a cabo por grupos del crimen organizado chino que utilizan tarjetas de regalo americanas. Según se informa, estos grupos compran productos electrónicos de alto valor en EE. UU. con tarjetas de regalo robadas y luego envían los productos a China para su reventa. Las ganancias se convierten en criptomonedas y se transfieren a través de plataformas de pago chinas. En los últimos dos años, este esquema ha provocado pérdidas por fraude que superan los mil millones de dólares. Se dice que las redes criminales adquieren números de tarjetas robadas al por mayor a través de plataformas como WeChat, empleando tácticas como el phishing por SMS y granjas de tarjetas SIM para facilitar sus operaciones.