La "Teoría de Internet Muerto" está ganando renovada atención a medida que el contenido generado por IA se vuelve cada vez más prevalente en línea. Esta teoría postula que una parte significativa del contenido en internet ahora es producido por bots e IA, con una disminución de la interacción humana desde 2016. Los defensores argumentan que el texto, las imágenes y los videos generados por IA han reemplazado en gran medida las contribuciones humanas. Los críticos de la teoría cuestionan su validez, señalando los datos de participación de los usuarios y las dificultades logísticas para mantener un engaño tan generalizado. El auge de herramientas de IA como la serie GPT de OpenAI y la tecnología deepfake ha aumentado la plausibilidad de la teoría, generando debates sobre la autenticidad y la confianza en la era digital.