El 11 de octubre, el mercado de criptomonedas experimentó un evento significativo de liquidación, que resultó en pérdidas sustanciales para los traders. La turbulencia fue impulsada principalmente por riesgos geopolíticos y la desvinculación de una stablecoin importante. A pesar del daño financiero generalizado, las plataformas de trading y los intercambios descentralizados (DEX) reportaron ingresos récord por comisiones durante el caos. El evento puso de manifiesto vulnerabilidades críticas en el mercado cripto, incluyendo un apalancamiento excesivo, liquidez insuficiente y procesos de liquidación inadecuados. Estos problemas han resaltado la necesidad urgente de mejorar las estrategias de gestión de riesgos para prevenir ocurrencias similares en el futuro.