Los críticos argumentan que el uso de la inteligencia artificial para la asignación de fondos puede conducir a la explotación, ya que las personas podrían intentar manipular el sistema para obtener beneficios personales. En cambio, se propone el enfoque de infofinanzas, que implica un mercado abierto donde los contribuyentes pueden presentar modelos. Estos modelos están sujetos a un mecanismo de revisión aleatoria, evaluado por un jurado humano, lo que garantiza diversidad y responsabilidad. Este método fomenta la supervisión externa y la corrección rápida de problemas, promoviendo un sistema más sólido y dinámico.