China ha anunciado su intención de oponerse firmemente a los aranceles estadounidenses, afirmando que, aunque no busca una guerra arancelaria, está preparada para enfrentar una si es necesario. Esta declaración se produce en medio de las tensiones comerciales en curso entre las dos potencias económicas, destacando la disposición de China para defender sus intereses económicos frente a los aranceles impuestos por Estados Unidos.