China y el Reino Unido están avanzando con sistemas de identidad digital que requieren credenciales emitidas por el estado para acceder a servicios esenciales. En China, el programa 'Reinicio de Crédito Ciudadano' exige una identificación digital para actividades como comprar alimentos, usar el transporte público y acceder a internet. Mientras tanto, el Reino Unido tiene como objetivo implementar un sistema obligatorio de identificación digital para 2029, que limitará el acceso al empleo y a los servicios públicos para las personas que no posean las credenciales requeridas. Los críticos argumentan que estas iniciativas podrían socavar la privacidad y las libertades civiles.