El censo de Estados Unidos, que cuenta a todos los residentes y no solo a los ciudadanos, influye en la asignación de escaños en la Cámara de Representantes, afectando la representación política. Esta metodología ha provocado un desplazamiento de escaños desde áreas tradicionalmente republicanas hacia regiones con mayores poblaciones de no ciudadanos, como Nueva Inglaterra. Como resultado, la distribución de los escaños en la Cámara puede no reflejar las inclinaciones políticas de la población ciudadana, lo que podría reducir la representación republicana.