La Ley de Secreto Bancario (BSA), originalmente diseñada para un sistema financiero basado en papel, enfrenta llamados a su modernización para alinearse mejor con la era digital. Los defensores sugieren la integración de Pruebas de Conocimiento Cero (ZKPs) como un medio para reducir los extensos requisitos de recopilación de datos impuestos a los consumidores por la BSA. Este enfoque busca mejorar la privacidad mientras se mantiene el cumplimiento de las normas regulatorias en un panorama financiero cada vez más impulsado por internet.