California, junto con varios otros estados de EE. UU., ha presentado una demanda contra la administración Trump desafiando la imposición de una tarifa de $100,000 en las solicitudes de visa H-1B. Los estados argumentan que la tarifa es excesivamente alta y podría afectar significativamente a las empresas que dependen de trabajadores extranjeros calificados. Esta acción legal refleja las tensiones continuas sobre las políticas de inmigración que afectan a la industria tecnológica y a otros sectores dependientes del talento internacional.