California ha implementado una nueva política que permite a los residentes recuperar Bitcoins perdidos sin necesidad de liquidarlos en efectivo. Esto representa un cambio significativo respecto a prácticas anteriores, donde las criptomonedas no reclamadas eran frecuentemente vendidas por agencias estatales, lo que generaba eventos tributarios y una posible pérdida de valor. El cambio de política reconoce los activos digitales como propiedad, con el objetivo de preservar su valor a largo plazo y alinearse con el espíritu descentralizado de Bitcoin.